Son muchos los factores que entran en juego a la hora de dormir bien,empezando por la elección de un buen colchón y almohada adecuada.
Creemos que un colchón duro es el mejor para nuestra espalda pero en realidad no es tan simple.
El colchón debe adaptarse a nuestro peso,de forma que si eres delgado es recomendable un colchón de firmeza suave o media y para una persona con más peso lo mejor es un colchón más duro y de firmeza alta.
La mejor forma de elegir un colchón es la siguiente:
*Acuéstate boca arriba y si puedes pasar la mano entre tus riñones y el colchón significa que es demasiado duro para ti y tu columna vertebral no está alineada.
*Cambia de postura y acuéstate de lado apoyado sobre el codo:si este se hunde quiere decir que el colchón no es lo suficientemente firme y esto puede provocarte dolores por la noche,interfiriendo con los frecuentes cambios de posición,causando que nos despertemos con frecuencia,lo que conlleva a un descanso poco reparador.
Recuerda que un equipo de descanso tiene una duración de vida útil determinada y se aconseja cambiarlo al menos cada 10 años.Esto significa que durante este periodo de tiempo,los componentes del equipo de descanso,tecnologías,materiales o mecanismos internos van deteriorándose. Es por esto,que debemos tener muy en cuenta este dato y cambiarlo antes si muestra signos de deterioro.
En último lugar,para una cama doble o de matrimonio,si existe una diferencia de peso entre las personas,lo mejor es optar por dos colchones adaptados a cada uno de ellos y unidos por el centro.
Solo así conseguirás un sueño reparador.